Si miras en las redes sociales verás una «cara única», multitud de «rostros selfie», de copias. Una tendencia que cada día gana más seguidores. A esta se contrapone una más natural, en la que diversidad es la palabra clave. Son mujeres de todas las edades, razas y tallas, que no tienen reparos en mostrarse tal cual son.
Publican fotos sin retoque digital, sin maquillaje, sin cabello, mostrando estrías, celulitis, cicatrices y cualquier detalle que las diferencie y haga únicas. Son imágenes poderosas y más reales de la belleza sin artificios, con las que tendemos a identificarnos y en las que podemos reconocernos fácilmente.
De todos modos el común denominador de la belleza de la mujer hoy día es esa apariencia exótica tan de moda. Una apariencia «irreal», por lo inexpresiva y por la ausencia de imperfecciones. Viene siendo una mezcla variopinta que incluye: ojos rasgados (al estilo asiático), cejas gruesas (más bien masculinas y arqueadas), pómulos marcados y bien mullidos (aspecto oriental), nariz muy fina, de preferencia respingada (caucásica), labios gruesos (negroides) y mandíbula bien definida.
La similitud en los rasgos es frecuente entre las famosas debido a que se someten a los mismos tratamientos estéticos.
Hay incluso poses que ayudan a lograr este tipo de cara única, como la Duck Face, que por tanto tiempo ha estado de moda. Esta peculiar pose define la línea de los pómulos y hace que los labios se vean más voluminosos y pomposos, por lo que es otro recurso más para lograr este tipo de belleza. Aunque hay otras como la «Sparrow», «Smize» y «Fish Gape».
También hay similitud en los labios: bien contorneados, rellenos, carnosos.
¿Qué encanto puede tener el dejar de ser tú, para ser un clon de Kim Kardashian o de Angelina Jolie? ¿Dejarías que tu identidad individual se diluya en ese promedio, en ese rostro selfie que iguala a todas con la misma nariz fina y levantada, los mismos labios inflados e idénticas mejillas y mandíbula?
El rostro ideal que muchas tratan de imitar.
Podemos seguir una u otra tendencia o elegir un término medio que nos permita conservar el marco en el cual encajamos, sin perder nuestra identidad.
Tú eliges.