¿Cabello liso o rizado?… ondulado, largo, corto, natural, teñido, con flequillo, con mechas… ¿Cómo lo prefieres? ¿Quién no se ha frustrado alguna vez con su imagen a lo afro o porque su pelo lacio no le permite ese peinado con gracia y volumen que tanto le gusta? Todas hemos pasado por eso. Nunca estamos conformes. Siempre queremos lo que no tenemos.
Nacer con el pelo liso o rizado es visto por muchas personas como una suerte de lotería genética. La mayoría lo prefiere lacio por comodidad, no hay que dedicar mucho tiempo para arreglarlo. Lo lavas, lo peinas y ya está. Pero, la verdad es que los rizos tienen un encanto único, un cabello con volumen te hace reflejar alegría, juventud, salud y fuerza de carácter. ¡Es fantástico!
Piénsalo bien a la hora de hacerte un alisado o una permanente. Los cambios radicales pueden dañar tu cabello.
¿Sabías que existe una comunidad de mujeres con pelo rizado en Instagram? Muchas de estas cuentas muestran cómo ellas cuidan su cabello y hacen un llamado a todas las mujeres rizadas a aceptarse tal y como son, a disfrutar sus rizos y todo lo referente al «método curly girl«.
Hay países donde la presión social exige tener el pelo «arreglado» y a las mujeres aún se les pide «hacer algo con ese cabello» antes de ser aceptadas en un puesto de trabajo. En el libro «Pelo bueno, pelo malo» del antropólogo norteamericano Gerald Murray y la socióloga dominicana Marina Ortiz se hace un estudio de los Salones de Belleza en República Dominicana y se llega a la conclusión de que la sociedad dominicana pasó de una «pigmentocracia» (dictadura de la piel blanca) a una «pelocracia» (dictadura del pelo lacio y suelto).
Muchas mujeres no saben cómo cuidar sus rizos naturales, porque fueron educadas para seguir estándares de belleza que nada tienen que ver con su estilo y personalidad.
Me gustaría decirles algo sobre el papel de la genética, de folículos pilosos y queratina para explicar la naturaleza del pelo. Pero, es un intrincado sistema y creo que es más interesante ver la funcionalidad de nuestras cabelleras. Ver cómo protegen la piel y cómo conforman nuestra personalidad.
Hay estudios que indican que nuestros ancestros tenían el cabello crespo y que el cabello lacio se desarrolló independientemente. Esto constituyó una ventaja biológica, ya que los aceites del cabello que surgen del sebo pueden recorrer el cabello más fácilmente si es lacio.
Cada uno tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Pero, estéticamente ninguno es superior. El pelo es un rasgo distintivo de cada persona. Es una parte de ti que te hace única y diferente. Por tanto, lo más atinado sería resaltar su belleza con cuidados. Sin cambios radicales que pueden dañarlo y resultar peligrosos para la salud, por los químicos que se usan en su formulación. Este razonamiento debería detenernos a la hora de hacernos un alisado o una permanente, mas no es así.
Seguimos consejos como: qué tipo de corte te sienta mejor, qué tipo de peinado va mejor con la forma de tu cara, qué imagen quieres transmitir, cuál te rejuvenece más, etc. Pero, la pregunta que debes hacerte es: ¿Cómo te sientes mejor? ¿ Cuando lo llevas liso o cuando lo llevas ondulado? ¿Lo haces por ti y para ti o quieres complacer a alguien?
El pelo no es bueno ni malo. Es un rasgo que te distingue, una parte de ti que te hace única y diferente.
No tienes que llevar un determinado estilo para gustarle a otros: a los hombres, a tus compañeros de trabajo, a tu familia… Ten presente que una mujer segura de sí misma siempre poseerá el mayor encanto, independientemente de cómo tiene el cabello. Llevarlo con gracia y bien cuidado es más importante. Y lo más sexy será, sin dudas, una melena natural. Es más atractiva una melena al viento despeinada, que un cabello postizo, como las famosas extensiones tan de moda últimamente, meticulosamente peinadas. Sólo debes poner en práctica algunos tips para mantener sana tu melena.
Lo natural siempre tendrá más encanto.