¿Tienes algún líder mundial preferido? ¿Te has preguntado cuál es el más popular? Pues debes saber que hay una mujer que por sus cualidades especiales se ha convertido en la presidenta más popular del mundo. Al asumir su cargo como primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern era la jefa de gobierno más joven del mundo con 37 años.
Su popularidad se la ganó con el mismo trabajo arduo, con que se forjó una carrera política y con una perspectiva de las cosas tan refrescante como su carisma. Las demostraciones públicas en su apoyo, crearon tendencia en las redes sociales y fueron acuñadas con el término «Jacindamanía». Este fenómeno fue un factor importante para que Nueva Zelanda ganara la atención global.
¿Cómo es Jacinda Ardern?
Ella se describe a sí misma como una socialdemócrata, progresista, republicana y feminista y se considera una «idealista pragmática». Esas son sus palabras pero, lo que el mundo ve, ya desde un ángulo más amplio, es a una de las mujeres con poder más influyentes del planeta. Una joven madre que ha sido capaz de gobernar y criar un hijo al mismo tiempo (sin niñera). Una comunicadora brillante, una mandataria empática y a una de los líderes más sobresalientes en la crisis del coronavirus. El manejo de esta última, la convirtió en la presidenta más popular.
Es interesante saber detalles de la vida de esta líder joven y progresista. Como por ejemplo, que creció en una ciudad de campo, se graduó en Comunicación y Relaciones Públicas, vive en una casa pequeña, amamanta a su hija, no es partidaria de seguir tradiciones o costumbres impuestas por la sociedad que no le dicen nada, frecuenta tiendas de segunda mano y quiere enseñar a su hija el idioma maorí.
El tipo de liderazgo que el mundo necesita
Muchos ven debilidad en su sencillez y sensibilidad para entender el dolor ajeno, como al pronunciar su conocida frase: «Ellos son Nosotros». Esta fue su respuesta compasiva a los tiroteos en la mezquita Christchurch en Wellington. Y lo que realmente demostró fue fortaleza, al romper con el esquema «Nosotros y Ellos», que siempre ha generado exclusión, odio y venganza. El racismo, el autoritarismo y la xenofobia no tienen cabida en su forma de gobernar. Las frases y respuestas contundentes de Jacinda son divulgadas y resaltadas por las redes sociales. Llama la atención una pregunta que le hizo en días pasados un presentador de televisión sobre su cabello.
_ «¿Por qué te lo tiñes? ¿Te están saliendo canas?, le preguntó.
_ «Nunca, bajo ninguna circunstancia, debes hacerle esa pregunta a nadie, estaba a punto de decir a una mujer, pero en realidad no se le debería hacer a nadie», le respondió Ardern. Dándole una lección de buenos modales a este grosero presentador.
No sólo es la presidenta más popular…
Jacinda es una mujer bella, con estilo, que no podrá ser encasillada en ningún canon. Ella ha demostrado que la verdadera belleza es una actitud. No es la presidenta más popular por su belleza, ni por ser joven, sino por sus acciones en bien de su país.
Esta revolucionaria primera ministra, ha tenido que enfrentarse en más de una ocasión a la visión machista, patriarcal y antigua de quienes todavía ven en la mujer la forma y no el contenido. Le han cuestionado su unión sin matrimonio, su maternidad y su atractivo como mujer. Ella, sin perder su buen carácter y su franca sonrisa, ha sabido dar respuestas contundentes y estar a la altura de su alto cargo. Comunicándose siempre de manera asertiva no sólo con su país, sino con el resto del mundo.
Ella es el tipo de liderazgo que el mundo necesita. Una política carismática, impactante, cuya luminosidad y humanidad son como un bálsamo reparador en medio del caos y de la intolerancia.