«¡Nunca me había sentido la piel tan suave!», es la expresión más común de quienes se realizan el dermaplaning por primera vez. Este es un tratamiento muy solicitado, no sólo porque elimina todas las células muertas, sino porque elimina también el vello facial y permite una mayor penetración de los productos en la piel del rostro. Para muchos este es un procedimiento obligatorio antes de un evento.
Algunas personas lo confunden con otro procedimiento de exfoliación llamado dermoabrasión, con el cual se pulen las capas externas de la piel con un dispositivo similar a un batidor. Este tratamiento tiene efectos secundarios visibles, y poco a poco se ha ido sustituyendo por técnicas menos invasivas y más simples. La microdermoabrasión, por ejemplo, profundiza menos y es menos agresiva.
¿En qué consiste el dermaplaning?
El método consiste en la exfoliación física, utilizando un bisturí de calibre 10 para raspar suavemente la capa superior de la piel, con el fin de revelar una tez más brillante y suave. El bisturí se usa en un ángulo de 45 grados y los movimientos son cortos y rápidos. Dura alrededor de 30 minutos y no duele. Puedes compararlo con lo que sientes al afeitar tus piernas, sólo que es en la cara. Como ves el método no es más que un simple afeitado de la epidermis.
No tiene efectos secundarios y puedes hacértelo cada 4 semanas. Eso sí, después del tratamiento la piel estará muy sensible y no debes exponerte al sol. Es importante que uses cada día un protector solar de amplio espectro para evitar el riesgo de hiperpigmentación en la piel del rostro.
La primera capa de la piel es la que recibe directamente el daño de los agentes externos como la radiación solar, la contaminación, el tabaquismo, uso de cosméticos, el clima (frío, calor, humedad)… Y, al quitarla, se deja al descubierto una capa libre de daños, una «piel de bebé».
Otras ventajas de este método son:
- Disminuye la apariencia de las arrugas finas y cicatrices de acné.
- Prepara la piel para recibir y hacer más efectivos otros tratamientos estéticos.
- La piel queda extremadamente suave y luminosa.
- El maquillaje se desliza sin esfuerzo (como el pincel de un pintor en un nuevo lienzo).
No se recomienda a personas con acné. No te arriesgues a hacerte el dermaplaning en casa con una rasuradora o rastrillo común. Recuerda que se realiza con un instrumento quirúrgico. Ponte en manos de un profesional.
Algunos centros de estética lo incluyen en la limpieza profunda.
¡Ah.. y el vello facial no te crecerá más grueso después del «afeitado»!